En marzo de 1973, el entonces propietario Afonso Pinto de Magalhães inauguró el Hotel Dom Henrique Downtown. Uno de los pocos hoteles independientes de la ciudad, es un hito de la arquitectura hotelera del siglo XX, marcando la silueta del centro histórico de Oporto con singular distinción.
Primer rascacielos construido en hormigón armado, el edificio lleva la firma de los ilustres arquitectos Pádua Ramos y Carlos Loureiro. Es un edificio ejemplar que, a pesar de sus 18 plantas, se integra en el tejido urbano gracias a la elegancia de sus alzados. Propiedad de la misma familia desde el principio, su gestión autónoma y distintiva es la garantía de una identidad fuerte, emocional y continuamente valorada. En este contexto, ha sido renovado a lo largo del tiempo, con el objetivo de ofrecer siempre un servicio de la máxima calidad.
Las intervenciones a lo largo del tiempo han sublimado los criterios y valores que siempre han existido: ofrecer confort y seguridad en espacios elegantemente diseñados; prestar un servicio ejemplar en términos de eficacia y atención a cada cliente.
En un hotel con historia, la continua sensación de debut…
Reconocida por el carácter voluntarioso de su población -impulsada por fuertes pasiones y convicciones-, la ciudad marca los cimientos de los Descubrimientos portugueses.
Fue en Oporto donde nació el Infante Dom Henrique, El Navegante en 1394.
Hijo del rey D. João I, fue el gran iniciador de la expansión ultramarina, una campaña única que cambiaría para siempre la forma de concebir el mundo.
Fue el principal impulsor de la expansión portuguesa, los llamados Descubrimientos Portugueses. En 1414, convenció a su padre para que organizara la campaña de conquista de Ceuta, en la costa norteafricana, cerca del estrecho de Gibraltar. La ciudad fue conquistada en agosto de 1415, dando al Reino de Portugal el control de las rutas comerciales marítimas entre el Atlántico y Levante. En esa ocasión fue nombrado caballero y recibió los títulos de Señor de Covilhã y Duque de Viseu.
También fue fideicomisario de la Orden de Cristo.
Tras la conquista de Ceuta, se retiró a Lagos, donde dirigió expediciones al Atlántico. Se rodeó de sabios y navegantes de Portugal, Mallorca, Génova y Venecia.
Durante su vida se redescubrieron las islas del Atlántico, que ya se conocían en mapas del siglo XIV: los archipiélagos de Madeira y las Azores. Fue el responsable de la colonización y exploración de las islas.