La atracción más emblemática de la ciudad, la Torre marca la silueta del casco antiguo de Oporto. Diseñado por el arquitecto Nicolau Nasoni, es un edificio barroco, concluido en 1763, que llegó a ser el más alto de Portugal (76 metros de altura). Para llegar a la cima, el visitante sube 240 escalones de una escalera de caracol. El esfuerzo compensa por las vistas al río. El monumento integra una iglesia totalmente recuperada, con una bella talla dorada, entre otras reliquias y dos núcleos museológicos.